Cours de gymnastique
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Transcripción
Cours de gymnastique
Elsa va faire du sport tous les jeudis. Ce qu’elle préfère, c’est la gymnastique. Il faut faire beaucoup d’efforts. Les exercices sont difficiles et la prof est exigeante. Au moment le plus critique, lorsqu’on est tout en sueur, on l’entend crier : « Allez ! On lève les bras ! Comme ça, voilà ! Les mains bien au dessus de la tête. »
Au début, Aude avait tout le temps des courbatures dans les jambes, surtout dans les cuisses. Mais elle s’y est habituée peu à peu, et maintenant ses jambes ne la font presque plus souffrir. En plus, elle a beaucoup moins mal au dos depuis qu’elle a commencé la gymnastique. Le sport, c’est bon pour la santé, et Aude aime rester en forme.
Matthieu voit les choses différemment. Il aimerait bien maigrir un peu – il trouve que son ventre est trop gros - mais le sport, ce n’est pas son truc. Brigitte, elle aussi, a quelques comptes à régler avec la gymnastique. Elle n’arrive pas à amener ses genoux jusqu’à la poitrine. Les étirements, elle déteste ça. « Allez, allez ! On ne fait pas semblant d’être fatigué ! C’est parti pour un tour en talons-fesses ! »
À la fin tout le monde est essoufflé. Matthieu a de la sueur qui lui coule sur le front. Heureusement, la gymnastique c’est fini pour aujourd’hui. La prof, comme d’habitude, est très contente de ses élèves.
Traducción
La clase de gimnasia
Elsa hace deporte todos los jueves. Lo que más le gusta es la clase de gimnasia. Hay que esforzarse mucho. Los ejercicios son difíciles y la profesora, muy exigente. En el momento más crítico, cuando todo el mundo está lleno de sudor, se le escucha gritar: «¡Vamos! ¡Levantad los brazos! Así, muy bien. ¡Las manos por encima de la cabeza!»
Al principio, Aude tenía siempre agujetas en las piernas, sobre todo en los muslos. Pero se fue acostumbrando poco a poco y ahora sus piernas no le duelen nada. Además, le duele mucho menos la espalda desde que ha comenzado a hacer gimnasia. El deporte es bueno para la salud, y a Aude le gusta estar en forma.
Matthieu ve las cosas muy diferente. Le gustaría adelgazar un poco, cree que tiene demasiada barriga, pero el deporte no es lo suyo. Brigitte también tiene algunas cuentas que saldar con la gimnasia. No consigue llevarse la rodilla hasta el pecho. Detesta los estiramientos. «¡Venga, venga! no hagáis como que estáis cansados. Es hora de dar unas vueltas corriendo levantando los talones».
Al final todo el mundo está agotado. A Matthieu le chorrea el sudor por la frente. Por suerte, la clase de gimnasia ha terminado por hoy. La profesora, como siempre, está muy contenta con sus alumnos.
